lunes, 28 de abril de 2008

La letra, con sangre entra




¡Cuántas veces nos ha dicho nuestra madre aquello de "ponte una chaqueta que va a hacer frío". La respuesta siempre es algo así como déjame en paz o no hace falta o no seas pesada. La consecuencia es, lógicamente, y hablando en plata, jodernos de frío porque realmente ella tenía razón. Cuántas veces nos han dicho eso de no hagas tal cosa o tal otra que no te conviene. Pero nosotros, los humanos claro, somos curiosos y rebeldes por naturaleza. Nos atrae lo prohibido, lo oculto, lo misterioso, lo peligroso, lo irresponsable...y todo por llevar la contraria. Normalmente hay que equivocarse para poder rectificar y hacerlo bien la próxima vez. Como se suele decir: la letra, con sangre entra. En el fútbol, afortunademente, esto no sirve. Cuando te equivocas pierdes el partido, tiras a la basura el proyecto y desilusionas a una afición. En Zaragoza sabemos mucho de eso. En Zaragoza tiempo ha tuvimos un equipo de fútbol. En Zaragoza una vez tuvimos un entrenador, y un proyecto, y lo que es más importante, una afición entregada. Nayim era un marroquí que fichamos nadie sabe de dónde. Santi Aragón y Pardeza vinieron de ser reservas del Madrid. Belsué, Cáceres, Geli y Solana no tenían ningún nombre ni eran estrellas cuando llegaron aquí. No obstante a nosotros no nos entra la letra, ni el guión de la película, ni con sangre, ni a palos, ni con derrotas. Seguimos cometiendo el mismo error una y otra y otra y otra vez. Seguimos fichando figurines que no nos resuelven nada y no nos fijamos en que ahora en Primera se estilan los equipos y no los jugadores, y que el Getafe, el Almería, el Racing...nos dan sopas con honda cada semana. Al final, con Aimar, Matuzalem, César, Ayala y el laureado Pavón bajaremos a Segunda. Al final haremos un equipo formado desde la cantera, equilibrado y que sienta los colores, como antaño. Porque al final, la letra, con sangre de Segunda entrará. Claro, se me olvidaba, que Zaragoza no se rinde, que Zaragoza se va en pleno a Montjuic a animar al equipo. Pero es que a Luccin, Gabi y compañía les da igual llevar una camiseta blanca y azul que una roja y blanca o que una azul y grana, y les da igual tener a dos mil tíos animándoles, porque para ellos el partido es un mero trámite para seguir viviendo bien. No os merecéis que 30.000 personas os vayan a animar. No os merecéis el derecho de quitarle la ilusión a la gente. No os merecéis el derecho de consideraros futbolistas. Naturalmente, hay que callarse y animar al equipo y volver a dejarse el dinero para ir al campo o a Barcelona, porque sino lo haces, eres un mal aficionado y, si eso sirve para quedarnos en Primera pues estos señores seguirán chupando del bote y saliendo el jueves al Buscón, de fiesta. Porque la letra, en esta ciudad, ni con sangre entra.

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